domingo, 11 de marzo de 2012

Características físicas de la tartamudez



La tartamudez se caracteriza por su alta complejidad, son muchísimos los músculos que intervinientes y la tensión que forma en ellos. Trabarse en una palabra puede significar una enorme tensión en los músculos de los labios, laringe, lengua y boca principlamente; también se puede ver reflejada la tensión en el pecho, abdomen y los músculos de la zona anal (debido al "mecanismo de Valsalva") y es posible que quien esté tartamudeando también acompañe lo antedicho con los ojos cerrados, manos apretadas, pies tensionados, cejas cruzadas y, hasta con, sudor en la cara y otras partes.

La complicación a la hora de pronunciar una palabra se traduce en muchísimos músculos, muchísima tensión y muchísimas acciones. Pero esto no es desde siempre así, cuando un niño pequeño comienza a tartamudear se trata normalmente de un tipo de repetición simple (sin tensión). Es cuando éste descubre su tartamudeo y vacilaciones cuando empieza a tratar de evitarlo con sus crecientes tentativas de "no hacerlo", como resultado de su esfuerzo obtiene más presión y una complejización de su tartamudez.

Esta alta complejidad es lo que hace tan diferentes los tartamudeos de las distintas personas, aunque hay una amplia variedad de síntomas físicos que seguramente compartirán, a saber: repeticiones tensas, prolongaciones tenasas, bloqueso sin voz, bloqueos con voz y hablar espirando. Lo que principalmente diferencias a los distintos tartamudeos son la diferentes tensión con que se producen (en promedio) cada uno y las demás características agregadas: relamerse los labios, temblores en los labios, cerrar los ojos, escazo contacto ocular, apretar las manos, golpearse las rodillas, patalear, etc.


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